La rosa moscovita

Estoy trabajando
para usted.
Trabajo para encontrar
lo mejor del año.
El frescor
extraordinario
de los cuadros recien pintados.
Con todos los descuentos.
No tengo intermediarios.
Ni patrocinadores.
El nueve de enero,
entre anillos (saturninos),
tres bellezas
van a comerse
unas lentejas.
En la década anterior
las lentejas pasaron por Burgos.
Momentos inolvidables:
(una separación que ya es pública),
(los transportes públicos),
(el Gobierno y la privatización
de algunas empresas públicas),
(las novelas orientadas a un público joven),
(hace mucho que no aparezco en público
debido a mi estado de salud);
El público baila
en las fiestas
como en un polvorín.

Fantásticos regalos

Hay tanto por hacer...
Mi mundo gira y nunca
es igual.
Hoy es especial.
El día de la mami internacional.
Mi regalo
lo abrimos
durante el almuerzo.
En el restaurante
de Florinda Chico.
Comemos espaguetis.
Nunca he visto
tantos espaguetis juntos.
Andan despacito.
Quieren demostrar
que se saben hacer
ellos solitos.
Gracias, Pollo,
me dice mi mami. Ha sido
el mejor día
de todos.
Saltamos juntos.
Jugamos al escondite
con los espaguetis.
Ellos juegan
con mucha ventaja.
Están muy delgados
y no nos los hemos comido.
Tenemos que buscar a alguien
que tenga una larga
escalera.
No me puedo creer
que estemos jugando al escondite
con unos espaguetis, dice Florinda.
Ya te veo, Florinda,
dice la mami.
Siempre me pillas,
dice Florinda.
Es porque estás muy gruesa,
dice la mami.
Ríen los espaguetis.
Se han escondido
en lugares absurdos.
Nunca los vamos a encontrar.

El peine del pienso

No hay dos
sin tres.
Tenemos todo supermoderno.
Florinda Chico
como una merluza
está siempre a punto
para recibir
a sus invitados.
Su ejemplo
es muy relajante. Aunque
no siempre es fácil
de dominar.
Te arropa.
Para disfrutar.
Peatonal.
Capricho.
Amplitud.
Derecha.
Servicio.
Nobleza.
Dignifican
los ascensores.
No hay toques
personales.
Que Florinda
(como me gusta
llamarla)
personalice
su casa.
Con el tono rojo.
Comodidad.
Funcionalidad.
Toque de limpieza.
Crema de calabacín.
En Puerto Rico
las planchas
cada día
exigen
mucha ropa.

No he tenido nunca ningún problema

No he tenido nunca
ningún miedo dentro
de mi enfermedad.
Lo bonito de la vida
es convivir con ella.
Veintiún días
cargando
pirañas.
Mi confianza
es como una derrama.
Desde cero euros.
Quiero un calendario
del BBVA. De jamón
como en ningún sitio.
Como arma en las guerras.
Voy a querer
comer,
con muchos problemas
y enfermedades.
Es igual.
Frente a ese acto
(comer
es un acto
al fin y al cabo)
no soy capaz de empatizar
con nadie.
El miedo
es solamente
una red
utilizada
por el cerebro
para la supervivencia.
No sabemos
quién es
el otro
ni sus diferencias.